por Mauro Libertella
La Argentina, 2013
"A los 23 él tuvo su primera novela y yo tuve su muerte" (45), apunta Mauro Libertella en Mi libro enterrado, una desgarradora memoria sobre la muerte de su padre Héctor. Libertella padre, un escritor de culto mejor conocido a mí como el compilador de 25 cuentos argentinos del siglo XX (una antología definitiva) y 11 relatos argentinos del siglo xx (una antología alternativa), se murió en 2006, pero en los recuerdos de su hijo "mi viejo" básicamente se convierte en su propio libro póstumo. A pesar del duelo afrontado por el joven Libertella, Mi libro enterrado es conmovedor sin tratar de serlo y marcado por un tono sencillo estilo "entre amigos". Me gustó saber algo de la relación entre los dos hombres, por ejemplo, y la agradecí la ternura con la que fue escrito. En cualquier caso, lo que sigue es típica de la riqueza anecdótica padre-hijo que se encuentra aquí a pesar de sus escasas 77 páginas: "Yo tendría diez años cuando una tarde me llamó a su escritorio y me leyó un cuento", empieza Mauro. "Era 'Los dos reyes y los dos laberintos', de Borges. El relato me pareció poderoso y mágico. No se trataba de la típica escena del padre leyéndole un relato al niño en la cama, de noche, para que termine de caerle el sueño. Era mi padre leyéndome un cuento de Borges en su escritorio. Tan simple y tan simbólica es la escena que me parece verosímil atribuirle a esa postal la fundación de nuestro vínculo compartido con la literatura" (41-42). Precioso.
Mauro Libertella
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