lunes, 1 de julio de 2013

Para una tumba sin nombre

Para una tumba sin nombre (Galaxia Gutenberg, 2007)
por Juan Carlos Onetti
Uruguay, 1959

"Todos nosotros, los notables, los que tenemos derecho a jugar al póker en el Club Progreso y a dibujar iniciales con entumecida vanidad al pie de las cuentas por copas o comidas en el Plaza.  Todos nosotros sabemos cómo es un entierro en Santa María.  Algunos fuimos, en su oportunidad, el mejor amigo de la familia; se nos ofreció el privilegio de ver la cosa desde un principio y, además, el privilegio de iniciarla" (5).  Para una tumba sin nombre comienza con esta declaración vagamente amenazadora por parte del narrador, acaba con una declaración que es diametralmente opuesta en un sentido que tiene algo que ver con el acto de escribir, y en medio versa con "las derrotas cotidianas" (67) de sus personajes con penetración psicológica y verosimilitud.  En resumen, otra obra imprescindible de Onetti.  El argumento de la nouvelle gira en torno de las múltiples versiones de la historia de la vida de una mujer que murió sin familia en un rancho de la costa uruguaya y fue enterrada casi sin respeto en la que iba a ser una fosa común en la presencia de unos hombres y un chivo rengo.  Un sepelio de lo más barato.  Basta decir que cuando el narrador, el doctor Díaz Grey, tiene la oportunidad de saber más acerca de la presencia del chivo al entierro, el lector también aprenderá de cómo Rita, acompañado por el chivo, pedía limosna de los viajeros a Plaza Constitución en Buenos Aires y de por qué Rita, todavía acompañado por el chivo, regresó a Santa María en Uruguay para morir a la tierna edad de 35 años.  Sin embargo, ojo: el que cuenta una historia puede ser aún más de un estafador que el que pide limosna bajo pretextos falsos.  Onetti, o mejor dicho, Díaz Grey se aprovecha de la proliferación de historias dedicadas a la caída de la mujer para tramar algo que critica a la hipocresía sórdida de "los notables" de Santa María al mismo tiempo que el desembrollamiento de los hilos narrativos contradictorios llama la atención a la mezcla de la verdad y la mentira que compone el retrato de Rita y sus amantes.  Por eso, estoy tentado de caracterizar Para una tumba sin nombre como o una novela policíaca sin un crimen o una novela policíaca en que la vida misma es el delito.  Sea lo que sea, tal vez la única cosa que importa al fin y al cabo sea que la prosa de Onetti, como de costumbre, es inmejorable en cuanto a su falta de sentimentalismo y en cuanto a su creación de una realidad cotidiana casi tangible: "Fuimos a comer al Berna, cruzamos de vuelta la plaza con dos botellas de vino, atravesando el sábado estival poblada de parejas y familias, henchido de la inevitable, domesticada nostalgia que imponen el río y sus olores, el invisible semicírculo de campo chato" (17).  Genial.

Fuente
Para una tumba sin nombre aparece en las páginas 1-67 del volumen Obras completas II.  Novelas II (1959-1993), de Juan Carlos Onetti, edición de Hortensia Campanella (Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2007).

4 comentarios:

  1. So I would presume Rita be the scapegoat for (whatever)? In which case it would seem more like a political allegory instead of a crime novel? And ironic too because perhaps Onetti was also a scapegoat in his later imprisonment? (Well, of course, how many Latin American literary figures actually escaped imprisonment?)

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    1. I might guess that would be the case for other writers, Jill, but Onetti's much more about the particular than the symbolic in his use of details--so no on the scapegoat interpretation thing. As far as Onetti's own later imprisonment goes, my understanding is that that was a brutally ironic turn of events: an essentially apolitical writer being branded a political subversive of sorts for being part of a committee that awarded a literary prize to a work that was deemed inappropriate to the right wing government in Uruguay at the time. Your parenthetical question is well taken, though: many of the best/most important works in Latin America of the last century were written in exile or published abroad because they couldn't be published at home!

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  2. I must return to Onetti soon. This sounds interesting, even through the fog of Google translate which is in this case 'a goat lame'.

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    1. Although I've yet to come across a dud by Onetti, Séamus, the two novellas that I read by him in the last week and then A Brief Life which I read with you last year? He's easily one of my favorite writers now. As for Google Translate, ha ha, a mixed blessing at best for sure. Thanks for giving it a go, though, I appreciate the effort!

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