La sinagoga de los iconoclastas [La sinagoga degli iconoclasti] (1999 libro de bolsillo)
por J. Rodolfo Wilcock
Italia, 1972
ISBN 84-339-3009-5
Leí este libro para un curso sobre la literatura latinoamericana después del boom, pero no estoy seguro todavía si es una novela, un libro de cuentos, o qué. Ningún problema. Wilcock, un argentino que se trasladó a Italia cuando tenía unos treinta años, ha escrito algo que se parece a un museo zoológico de locos, soñadores, y otros fracasos humanos. Aunque no puedo decir si Sinagoga es el eslabón perdido entre Borges (Historia universal de la infamia) y Bolaño (La literatura nazi en América) hasta que lea las otras dos obras bajo consideración, agradezco la audacia y la idiosincrasia de la visión de Wilcock. En vez de un hilo narrativo "normal", dentro de estas páginas hay 35 biografías más o menos inventadas. Aunque todas no son igualmente interesantes, la inmensa mayoría de ellas contiene momentos de genialidad y un mordaz sentido del humor. Véase la entrada sobre Aaron Rosenblum, el utopista que quiso "devolver el mundo a 1580" (p. 23), o la entrada sobre John O. Kinnaman, el excavador que visitó Sodoma en busca del féretro de la mujer de Lot pero sólo encontró "una cantidad considerable de columnas y pirámides de sal" y la casa de Abraham con su nombre grabada en la superficie de una piedra (p. 87), para dos ejemplos que son atípicamente "típicos". Divertido.
por J. Rodolfo Wilcock
Italia, 1972
ISBN 84-339-3009-5
Leí este libro para un curso sobre la literatura latinoamericana después del boom, pero no estoy seguro todavía si es una novela, un libro de cuentos, o qué. Ningún problema. Wilcock, un argentino que se trasladó a Italia cuando tenía unos treinta años, ha escrito algo que se parece a un museo zoológico de locos, soñadores, y otros fracasos humanos. Aunque no puedo decir si Sinagoga es el eslabón perdido entre Borges (Historia universal de la infamia) y Bolaño (La literatura nazi en América) hasta que lea las otras dos obras bajo consideración, agradezco la audacia y la idiosincrasia de la visión de Wilcock. En vez de un hilo narrativo "normal", dentro de estas páginas hay 35 biografías más o menos inventadas. Aunque todas no son igualmente interesantes, la inmensa mayoría de ellas contiene momentos de genialidad y un mordaz sentido del humor. Véase la entrada sobre Aaron Rosenblum, el utopista que quiso "devolver el mundo a 1580" (p. 23), o la entrada sobre John O. Kinnaman, el excavador que visitó Sodoma en busca del féretro de la mujer de Lot pero sólo encontró "una cantidad considerable de columnas y pirámides de sal" y la casa de Abraham con su nombre grabada en la superficie de una piedra (p. 87), para dos ejemplos que son atípicamente "típicos". Divertido.
- Wilcock, J. Rodolfo. La sinagoga de los iconoclastas. Barcelona: Editorial Anagrama, 1999.
La Nación (BsAs) tiene dos artículos interesantes sobre Wilcock:
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