Mañana en la batalla piensa en mí (Debolsillo, 2009)
por Javier Marías
España, 1994
"Nadie piensa nunca que pueda ir a encontrarse con una muerta entre los brazos y que ya no verá más su rostro cuyo nombre recuerda. Nadie piensa nunca que nadie vaya a morir en el momento más inadecuado a pesar de que eso sucede todo el tiempo, y creemos que nadie que no esté previsto habrá de morir junto a nosotros" (15). Así comienza
Mañana en la batalla piensa en mí, una novela cuya meditación sobre el azar y las bifurcaciones metafísicas se centra en lo que pasa al escritor Víctor Francés después de la noche en que la casada Marta Téllez muere en los brazos del hombre justo antes de consumar el adulterio. "Ay Dios, y el niño", Marta lamenta al final, dejando atrás el protagonista y el niño de dos años en la casa y el marido afuera del país en un viaje de negocios (46). Aunque Marías toma este principio trágico y eventualmente se lo convierte en algo aún más devastador con respecto a la tensión psicológica, su estilo lento --cerca de Proust y Sebald en su énfasis sobre la interioridad, la digresión, y la intersección del tiempo y de la memoria y totalmente lleno de párrafos de cinco páginas y más-- a veces pide un poco de paciencia al lector. Después de un rato, me encantó. Como corresponde a una obra donde el narrador es un esritor profesional (la ironía: es un negro o un escritor fantasma), la escritura es pulida e hermosa. Como corresponde a una obra en cual la relación entre los vivos y los muertos es un centro de atención, el narrador comparte no sólo sus propios monólogos interiores sino los de los otros personajes como imaginados por él. Aunque el libro por cierto tiene sus momentos de humor, lo que más me impactó en sus páginas fue la capacidad de Marías para evocar almas en pena sin ser cursi en el proceso. No habiendo leído nada del novelista desde
El hombre sentimental hace años, supongo que ahora tendré que leer todos los tres tomos de su elogiado
Tu rostro mañana antes del fin del año. Mientras tanto, qué buen libro es éste y qué melancólico también. "Y mientras tanto un día más, qué desventura, un día más, qué suerte. Sólo entonces dejaré de ser el hilo de la continuidad, el hilo de seda sin guía, cuando mi voluntad se retire cansada y ya no quiera querer ni quiera nada, y no sea 'aún no, aún no' sino 'no puedo más' lo que prevalezca, cuando me interrumpa y transite sólo por el revés del tiempo, o por su negra espalda donde no habrá escrúpulo ni error ni esfuerzo" (305). (
http://www.debolsillo.com/)
Tomorrow in the Battle Think on Me (New Directions, 2001)
by Javier Marías [translated from the Spanish by Margaret Jull Costa]
Spain, 1994
"No one ever expects that they might some day find themselves with a dead woman in their arms, a woman whose face they will never see again, but whose name they will remember. No one ever expects anybody to die at the least opportune of moments, even though this happens all the time, nor does it ever occur to us that someone entirely unforeseen might die beside us" (3). So begins
Tomorrow in the Battle Think on Me, a novel whose meditation on chance and the metaphysical forks in the road of life commences with the events that befall writer Victor Francés on the night in which the married Marta Téllez dies in his arms right before the two were about to have sex. "Oh God, the child" Marta laments as she expires, leaving the protagonist alone in the house with her two year old while her husband is out of the country on a business trip (32). Although Marías eventually turns this tragic beginning into something even more sobering in terms of the psychological tension on display, his glacial style--replete with paragraphs five pages and more in length and somewhere between Proust and Sebald in terms of its emphasis on interiority, digression, and the intersection between time and memory--may initially demand some patience on the reader's part. I grew to love it myself. As befits a work where the narrator's a professional writer (irony: a ghostwriter at that), the writing is beautiful, polished, worked. As befits a work in which the relationship of the living and the dead is one of the main focuses of attention, the narrator shares not only his own interior monologues but also those of the other characters as imagined by him. Although the book does have its humorous moments, what most got to me here was Marías' capacity to evoke souls in pain without being cheesy about it in the process. Not having read anything else by the novelist other than
El hombre sentimental [
The Man of Feeling] several years ago, I suppose I'll now have to read all three volumes of his heavily hyped
Your Face Tomorrow before the end of the year. In the meantime, what a fine, achingly beautiful effort this is. "And meanwhile, another day, how dreadful, another day, how fortunate. Only then will I cease to be the thread of continuity, the silken thread without a guide, when my weary will grows tired and withdraws and no longer wants to want or wants anything, and when what prevails is no longer 'not yet, not yet' but 'I can't take any more of this,' when I interrupt myself and I travel along the reverse side of time, or along its dark back where there will be no room for scruples or error or effort" (271). (
http://www.ndpublishing.com/)
Javier Marías
Tantas cosas suceden sin que nadie se entere ni las recuerde. De casi nada hay registro, los pensamientos y movimientos fugaces, los planes y los deseos, la duda secreta, las ensoñaciones, la crueldad y el insulto, las palabras dichas y oídas y luego negadas o malentendidas o tergiversadas, las promesas hechas y no tenidas en cuenta, ni siquiera por aquellos a quienes se hicieron, todo se olvida o prescribe, cuanto se hace a solas y no se anota y también casi todo lo que no es solitario sino en compañía, cuán poco va quedando de cada individuo, de qué poco hay constancia, y de ese poco que queda tanto se calla, y de lo que no se calla se recuerda después tan sólo una mínima parte, y durante poco tiempo, la memoria individual no se transmite ni interesa al que la recibe, que forja y tiene la suya propio.
(Mañana en la batalla piensa en mí, 69-70)
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So many things happen without anyone realizing or remembering. There is almost no record of anything, fleeting thoughts and actions, plans and desires, secret doubts, fantasies, acts of cruelty and insults, words said and heard and later denied or misunderstood or distorted, promises made and then overlooked, even by those to whom they were made, everything is forgotten or invalidated, whatever is done alone or not written down, along with everything that is done not alone but in company, how little remains of each individual, how little trace remains of anything, and how much of that little is never talked about and, afterwards, one remembers only a tiny fraction of what was said, and then only briefly, the individual memory is not passed on and is, anyway, of no interest to the person receiving it, who is busy forging his or her own memories.
(Tomorrow in the Battle Think on Me [translated by Margaret Jull Costa], 54)