Un día volveré (Debolsillo, 2016)
por Juan Marsé
España, 1982
"Es usted un hombre singular, Mon. Una mezcla de pensador y de hombre de acción. Pero tenga mucho cuidado: el hombre que actúa, siempre se ve mal interpretado por el que piensa".
Otra novela de primera del gran escritor barcelonés Juan Marsé, fallecido el mes pasado. El año es 1959, y Jan Julivert Mon acaba de regresar a Barcelona después de trece años en la cárcel. Su sobrino y otros chavales del barrio ponen sus esperanzas en el ex boxeador/ex guerrillero/ex pistolero como una especie de héroe popular antifranquista mientras que otros temen el ajuste de cuentas que sin duda sucederá dentro de poco. ¿Es realmente posible que Mon, un tipo bastante cerrado, ha abandonado sus sueños de venganza y solo quiere retirarse de su vida anterior? Si es difícil explicar por qué el argumento de Un día volveré me emocionó tanto, sí puedo decir que es una novela en la que se respira la desesperación de los años de la posguerra. Mon, aprendemos, perdió un hermano a la batalla del Ebro y su padre cuando éste fue fusilado un año más tarde; otro personaje importante solo sobrevivió ser un traidor a la República porque su hermano fue ejecutado en su lugar por error. Estilísticamente, uno de los éxitos de la novela es la manera en cual su punto de vista narrativo funciona como un espejo para la pérdida de la inocencia y/o del idealismo. En un momento, por ejemplo, el narrador explica cómo los muchachos del barrio de su juventud añoraban un ángel vengador: "Jan Julivert no había vuelto para refugiarse en su soledad ni para morderse las uñas pencando de plantón en el jardín de una casa de señores, sino para conectar nuevamente con sus antiguos camaradas de lucha y llevar a cabo un estudiado ajuste de cuentas". Esto, al menos, era el deseo de ellos dado que quisieron "mantener vivo aquel viejo fantasma de la violencia acodado al balcón de su casa con un raído pijama gris". En otra parte, sin obstante, el narrador opina más tarde que "aquel supuesto huracán de venganzas que esperábamos llegaría con él, y sobre el que tanto se había fantaseado en el barrio" quizás era otro fantasma en la medida en que "el olvido es una estrategia del vivir, si bien algunos, por si acaso, aún mantenemos el dedo en el gatillo de la memoria". Excelente.
Juan Marsé (1933-2020)
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